jueves, 4 de noviembre de 2010

Secretum


Deseaba quedarme, ser palabra contra el olvido (…) Gozaba pensando en que sabría de mí, en aquello que escribía y era como si le hablase desde lo más profundo y vivo de mí. Como si estuviésemos unidos en la difícil búsqueda de la palabra (…) Existían palabras como fe, o incluso confianza, que tardarían mucho en llegar a sus labios porque había conocido la ida de lo que amaba y cuesta volver a sembrar el corazón, da miedo pensar que otro imposible lo hiera y lo convierta en llaga. (…) ‘Siempre hay algo que puede atraparse y es hermoso’ (…) Siempre era también ahora golpeando el imposible…

(...)

…Es hermoso permanecer en la palabra, inspirarla y defenderse en ella del olvido. Dejarla en vida… y es lamentable, falsear, pisotear una vida que se abrió a la palabra.
Siempre hay algo que puede atraparse y es hermoso...

(...)

- El tiempo... puede que el tiempo, si es que vive, cierre todas sus heridas.
- No creo que quiera cerrarlas. A veces una herida es hemosa y se cultiva interiormente, se cierra uno con ella, y sólo vagamente se vislumbra en los ojos, se hace en ellos vida para los demás si saben mirarlos. Ninguna herida importante desaparece por completo. Siempre queda una señal que late y en ocasiones se renueva en otra herida.

(...)

- ¿Qué piensas? -me dice.
- En ti -respondo.
- ¿Y por qué no me lo dices? -sonríe.
- Es difícil. Con frecuencia se piensa lo que no puede decirse, al igual que se siente lo que no puede expresarse. Es una distancia que no salva la palabra y nos incomunica.
- Yo creo -me señala- que todo puede decirse.
- No, no es así. La palabra es rebelde, está frecuentemente poseída por millones de voces ajenas y cuesta muchísimo trabajo individualizarla, hacerla propia y cargarla únicamente con nuestro sentido.

Siento la duda en sus ojos, su no creerme y ser capaz de convertirme en río. Y nuevamente pienso en mi derrota, en que debería gritarle mi impotencia hasta que la realidad derritiese la cera que una ilusión depositó en sus oídos. Pero tampoco yo creo en esa realidad y pienso que mañana (yo sí tendré mañana) es infinita lejanía.

Antonio Prieto (Secretum)

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