viernes, 5 de noviembre de 2010

Un mar de estrellas

Mis ojos son un mar de estrellas, pequeñas notas silenciosas, luces del infinito pentagrama de un cielo nocturno.
¿Quién me acompañará en este mirar absoluto?
Mi corazón de columpio, mi corazón de noria, mi corazón… caballito de mar cabalgando sobre la ola del tiempo, en un mar de tiempo, hacia una isla de tiempo...
¿Quién me acompañará en este mirar de tiempo y agua?
Qué silencio… de río y risa.
Me dejo caer por mi mirada de abismo y cada lágrima es un recuerdo... Pero no hay álbumes de tiempo… de abismo…
Qué silencio… de tiempo.
Y cada lágrima es parte de un secreto. Pero no hay álbumes para los secretos…
Qué silencio… de enredadera.
Silencio de palabras pequeñas, de migas de pan, de alas de colibrí… Silencio sobre el que camina mi mirada de violetas húmedas, de madreselvas, de jazmín blanco.
Qué silencio… de luz. Pero no hay álbumes para la luz… ni para el jazmín blanco…
Qué silencio de pan caliente y de abrazo. Pero no hay álbumes para los abrazos…
Y ahora que me sé abismo y tiempo, ahora que he regalado mi silencio de miel y lana cálida, ahora que soy silencio sonoro, palabra pequeña, alas de colibrí, agua, caballito de mar, ola del tiempo, estrella, risa, abrazo… Ahora… Ahora… mi palabra.

Davide

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