jueves, 4 de noviembre de 2010

Cuando eso ocurre...


[Texto del inicio del taller "Somos nosotros... Seres de Luz... Ítacas compartidas]


Hay momentos en los que oímos el susurro de un batir de alas… Hay instantes en los que un rumor de hadas y tormentas nos inunda de poesía… Cuando eso ocurre ya no vivimos en el tiempo, es el tiempo quién nos vive…, somos tiempo…,
y nuestra vida se desgrana como los granos de un reloj de arena que en su caída libre van haciéndonos playa dispuesta a recibir el beso de su ola… Todo se transforma en una función delta: porque el amor que tiende en intensidad hacia el infinito en duración tiende a cero…                           
                                                                                        Pero es mentira…
Y al amparo de una Candela de luz vainilla y plata desplegamos, temblorosos, nuestras alas de colibrí y, sin casi creérnoslo, emprendemos un vuelo que se detiene en momentos únicos, sutil y perfecto, viéndonos ser lo que nunca habíamos imaginado y en realidad somos…
Fue –¡es!– una mañana de primavera, cuando gotas de lluvia llaman al cristal de la ventana… Y nos sorprendemos soñando mientras dibujamos unicornios azules sobre una servilleta de papel.
Ocurre que las palabras de algodón vuelan de un lado a otro y se sienta Quique González a mi lado y, de pronto, me sé un veraneante accidental en la ciudad del viento… Y Pablo Milanés me toma de la mano para enseñarme a vislumbrar el vacío que habita el breve espacio en el que tú no estás… –…todavía quedan restos de humedad…–…
Mientras mi mirada se encuentra con tu mirada, Pedro Salinas me hace pedirte perdón por ir buscándote tan torpemente, pero es que veo ese tú que no te ves, nadador por tu fondo preciosísimo
Y, aunque la mañana juega al escondite de sábanas blancas, de pronto siento que antes o después, todo irá bien, porque cada vez que me borran yo me vuelvo a dibujar
Dulce María Loynaz deja junto a mí su palabra en el aire, sin llaves, ni velos…, para que todos la vean, la palpen, la estrujen o la expriman
Es Benedetti el que me descubre que soy generoso de amores, imposible de cálculos, tierno de manos, inoxidable de corazón, aunque con Neruda sé que a veces… mi canción es desesperada
¡Qué bueno saberme vecino del paraíso!, mientras escucho a Norge decirme: búscame adentro… aquí, en éste silencio…
Cuando miro por el ventanal el viejo Walt Wihtman me lleva tras el cristal y veo sus hojas de hierba que en el Campillín de mi nostalgia me susurran… Largo tiempo has soñado sueños despreciables, mas ahora te quito la venda de los ojos, para que te acostumbres al resplandor de la luz y de cada uno de los instantes de tu vida. Largo tiempo has vadeado, asido de una tabla, cerca de la playa, ahora quiero que seas un nadador intrépido, que saltes en medio del mar, que te levantes, que me hagas señales, que grites, que agites el agua con tus cabellos
Y ya revolotea alrededor Eduardo Galeano –Peter Pan de los cachorros de nadie–  y en el aire dibuja un graffiti donde me dice que el mundo es eso: un mar de fueguitos; cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende
La tarde se aproxima y Fer me dirá entonces que cualquier tiempo pasado fue peor
Apareceré por ‘el Trópico’ que nuca cierra donde Gil de Biedma que compra pitillos sueltos me contará su amistad a lo largo; sabernos sarmentosos de historia acumuladaPara nosotros el dolor es tierno… ¡Ay el tiempo!    Ya todo se comprende
La ventana se convierte en un Cinema Paradiso y Totó espera 99 días sentado bajo el balcón… Ese primer beso con sabor a pan y chocolate y lágrimas…
Que bueno tener una Kamchatka para resistir cuando los hombres grises de Momo buscan tomar posesión de mi alma de azúcar requemada…
Y mientras voy al sitio de mí recreo leo en la sección de anuncios por palabra de tu mirada: busco mi unicornio azul que se me ha perdido ayer, firmado: Silvio Rodríguez…
Y un poquito a la derecha, hacia abajo: antes de ti yo no era yo, antes de mí tú no eras tú, firmado Jorge Drexler…
Y cuando llego, el surtidor de los sueños de mi escondite compartido se ha convertido en un Hamam que hace creerme en Estambul y mi brazo reposa sobre tu hombro…
La tarde luce estrellas como una noche de otoño de Hazim, sólo que es primavera: tus palabras, madre; tus palabras, amiga; tus palabras eran hombres
Parece que fuera ayer cuando supe de la existencia de mi hada ignoranteGracias a la vida que me ha dado tanto
Y porque sabemos el secreto de las lágrimas del sauce, jugamos el juego de la amistad, recordando aquélla mañana de domingo y de abril en que sabías que nos reencontraríamos… y nos encontramos desde siempre.
Entonces Aute me presta sus palabras para decirte como gasto papeles recordándote, como me haces hablar en el silencio
Porque ya ves, a veces me canso de ser hombre y también… e Ismael Serrano me hace un guiño de complicidad…
Y cuando creo que la magia se ha terminado, Alejadro Filio me susurra un secreto a voces –que tú ya sabes–… si me alejo un día, una tarde, una mañana, un junio… sólo es momentánea la partida

Cuando eso ocurre…
Cuando eso ocurre…
Cuando esto ocurre…
Somos eso: Seres de luz… Ítacas compartidas…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Intimo, precioso..
Gracias amiga

Belén (de las Barllán de toda la vida)